¿Qué es el valor de por vida del cliente (CLV) y cómo aumentarlo?
Valor de por vida del cliente (CLV) es una métrica que estima el valor financiero total de un cliente para una empresa a lo largo de su relación. Expresa la cantidad de dinero que una empresa recibe en promedio de un cliente desde la primera compra hasta el momento en que el cliente deja de usar sus servicios o productos. El CLV es uno de los indicadores clave del éxito empresarial, aunque a menudo se subestima. Con CLV, podemos gestionar mejor las campañas de marketing, optimizar el servicio al cliente y decidir qué productos o servicios ofrecer para satisfacer mejor las necesidades de los clientes.
El CLV se calcula mediante la siguiente fórmula:
CLAVE = valor medio del pedido x frecuencia de compra x vida media del cliente
Ejemplo: Si un cliente gasta una media de 500 coronas en cada compra, compra tres veces al año y mantiene una relación media con la empresa durante cuatro años, el CLV para este cliente sería de 6 000 coronas.
¿Por qué es importante el CLV?
Tener visibilidad de CLV es clave para asignar eficazmente los recursos de marketing y ventas. Las empresas que realmente entienden el valor de sus clientes están en mejores condiciones de invertir recursos en estrategias destinadas a retener a los clientes existentes en lugar de buscar constantemente otros nuevos. Un mayor CLV también contribuye al valor a largo plazo de la empresa, lo que resulta atractivo para los inversores.
El CLV aporta importantes beneficios:
- Mejor asignación de los costos de adquisición: Si conocemos el valor que aporta un cliente, podemos decidir más fácilmente cuánto es rentable invertir en su adquisición.
- Fomentar la lealtad: Centrarse en el crecimiento de CLV conduce a la creación de relaciones con los clientes a largo plazo y de alta calidad, lo que a su vez refuerza la lealtad de los clientes.
- Crecimiento estable: Un CLV más alto aporta más estabilidad a la empresa y seguridad a largo plazo para el futuro.
¿Cómo aumentar el CLV?
El aumento del valor de vida del cliente (CLV) no se puede lograr en un solo paso. Es una combinación de estrategias destinadas a retener a los clientes y a aumentar el valor promedio de cada compra. A continuación se presentan algunas de las mejores prácticas que pueden ayudar de manera eficaz.
- Mejore el servicio de atención al cliente: El servicio al cliente es clave para la satisfacción y la lealtad del cliente. Las respuestas rápidas, el personal servicial y la fácil disponibilidad de soluciones promueven una experiencia positiva. Por lo tanto, considere la posibilidad de realizar encuestas de satisfacción periódicas y capacitar al equipo para mejorar el servicio.
- Personalice las ofertas y la comunicación: Los clientes aprecian un enfoque personalizado que refleje sus necesidades. Usa sus datos de compra para ofrecer productos o servicios que les interesen, por ejemplo, mediante correos electrónicos personalizados o recomendaciones basadas en el historial de compras.
- Introduce un programa de puntos de fidelidad: Los programas de fidelización motivan a los clientes a realizar compras repetidas al ofrecer puntos canjeables por descuentos o recompensas por pedidos. Esto aumenta el CLV y refuerza la relación del cliente con la marca.
- Ventas adicionales y ventas cruzadas: Estas técnicas aumentan el valor de los pedidos al ofrecer a los clientes productos premium o complementarios. Por ejemplo, al vender productos electrónicos, puedes ofrecer accesorios o garantías ampliadas para maximizar los beneficios de la compra.
- Retargeting: Recordar a los clientes las oportunidades de compra repetidas a través de correos electrónicos, redes sociales y anuncios. Ponte en contacto con los clientes que ya han comprado y ofréceles un producto nuevo o un descuento.
- Aportando valor añadido: Brindar valor agregado, como tutoriales, ofertas exclusivas o espacios comunitarios que fomenten la confianza y la lealtad de los clientes. Las empresas que ofrecen algo más que productos obtienen un CLV más alto.
Conclusión
El valor del ciclo de vida del cliente (CLV) es una métrica que subraya la importancia de la atención y la satisfacción del cliente a largo plazo. El aumento del CLV permite a una empresa crecer de manera más constante y utilizar los recursos de manera más eficiente. Invertir en el servicio al cliente, la personalización, los programas de fidelización y otras estrategias comprobadas puede aumentar significativamente este valor y ayudar a una empresa a tener éxito en un entorno competitivo.